A veces voy donde reina el mal:
Oscuro lugar,
con las puertas abiertas de par en par,
donde no existe santo y seña para ingresar.
Basta lanzarse como un suicida,
para caer en el lugar incorrecto.
Y si hay dudas,
el incondicional lazarillo del crepúsculo,
te presentará nuevos caminos para continuar.
A veces voy donde reina el mal,
como un nómade entre laberintos del infierno,
para recorrer las galerías subterráneas de tu ser.
Oscuro lugar,
con las puertas abiertas de par en par,
donde no existe santo y seña para ingresar.
Basta lanzarse como un suicida,
para caer en el lugar incorrecto.
Y si hay dudas,
el incondicional lazarillo del crepúsculo,
te presentará nuevos caminos para continuar.
A veces voy donde reina el mal,
como un nómade entre laberintos del infierno,
para recorrer las galerías subterráneas de tu ser.