¿Hace cuánto te conozco?:
¿tres años?, ¿cuarenta y ocho meses?
No lo recuerdo;
mi memoria se ha desgastado en el firmamento,
pensando siempre en ti.
/
Y si hay algo sin nubes de dudas que molesten,
es que el punto de partida fue aquí:
en este espacio sideral de diminutas cometas de luz.
/
De cuando pequeña,
sólo recuerdo que no eras más que un cuerpo celeste,
cualquiera,
viajando con lentitud por la vida láctea.
/
Pero ahora vuelvo a preguntarme:
¿hace cuánto te conozco
con la mirada de una estrella adulta?
Tal vez desde el día que iluminaste mil veces,
con tus luceros fugaces,
mi universo.
Y a lo mejor no te diste cuenta,
el cómo lo conseguías.
/
Quien sabe si ahora juegas,
mostrando una órbita discontinua,
que va y viene sin preocupación,
acercándose o alejándose de mí,
provocando una explosión en mi cosmos.
/
¿Hace cuánto te conozco?,
es una interrogante que ni el mejor astrónomo
podría responder.
¿tres años?, ¿cuarenta y ocho meses?
No lo recuerdo;
mi memoria se ha desgastado en el firmamento,
pensando siempre en ti.
/
Y si hay algo sin nubes de dudas que molesten,
es que el punto de partida fue aquí:
en este espacio sideral de diminutas cometas de luz.
/
De cuando pequeña,
sólo recuerdo que no eras más que un cuerpo celeste,
cualquiera,
viajando con lentitud por la vida láctea.
/
Pero ahora vuelvo a preguntarme:
¿hace cuánto te conozco
con la mirada de una estrella adulta?
Tal vez desde el día que iluminaste mil veces,
con tus luceros fugaces,
mi universo.
Y a lo mejor no te diste cuenta,
el cómo lo conseguías.
/
Quien sabe si ahora juegas,
mostrando una órbita discontinua,
que va y viene sin preocupación,
acercándose o alejándose de mí,
provocando una explosión en mi cosmos.
/
¿Hace cuánto te conozco?,
es una interrogante que ni el mejor astrónomo
podría responder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario