Una palabra tuya bastaría,
para entender si tu corazón de doncella
desea conocer la humilde aldea
de este rey sin trono,
que lo ha perdido todo.
Insisto:
hasta un susurro de tus labios,
liviano como un grano de polen,
me ayudaría a darle sentido a mi nombre.
Soy Rodrigo Díaz de Vivar,
el Cid con su espada de lucha quebrantada.
que un día olvidó cómo conquistar tierras ignotas.
(Rodrigo: Rey Famoso)
1 comentario:
nosee que comentar, el poema es bonii :B
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